Laura López Molina, 4º
Una buena lección:
Hace ya tiempo, unos niños decidieron ir a hacer una aventura a la selva. Eran tres: María, un poco espía, Carlitos, el de los cien gatitos y Pablo diablo. Iban muy preparados. Llevaban mapas, linternas, comida, agua, etc. Por la mañana, cuando llegaron en avión a la selva, aterrizaron en una explanada llena de vegetación. Como había tantas plantas, era casi imposible poder adentrarse en la selva. Así que cortaron plantas, las arrancaron y las aplastaron pensando que no pasaría nada. Pero a las plantas no les sentó muy bien, que digamos.
Se enfurecieron y decidieron planear una venganza. Al cabo de una hora caminando, encontraron el sitio ideal para acampar. - ¡Aquí es perfecto!, dijo María. Después de montar todo, se pusieron a comer. Un batido, patatas fritas, dulces, gusanitos, etc. Pero todos los envases, plásticos y demás los tiraron en medio de las selva, sin pensar en los demás seres vivos. Los animales se enfadaron.
Al día siguiente, decidieron ir a desayunar al río. Se llevaron un litro de zumo, galletas y magdalenas. Todo lo que sobró lo echaron al río. Y …. Como os imagináis….! Ya todo el mundo se había enfadado!. Todos los seres vivos de la selva tramaron un plan. Las plantas con sus largas hojas y ramas, les quitarían todo. El viento que también quiso colaborar, soplaría para derrumbar sus tiendas de campaña y que el río se desbordara. Los animales con sus ruidos no los dejarían dormir.
Cuando estaban durmiendo, el león se encargó de molestarlos. Por la noche, las plantas les robaron la comida. El río se desbardó y lo mojó todo. Los niños al despertar lo vieron todo. - ¡ Que desastre ! - ¿Quién habrá hecho esto?- ¡ Nuestra ropa está mojada !- Ellos se preguntaban sobre todo: ¿Cómo iban a comer?.- ¡ Comeremos de los árboles ¡- Buena idea, dijo Carlos. Cuando estaban trepando por una palmera para coger cocos, una voz dijo: No, no, de eso nada. ¿Quién ha dicho eso?- Preguntó María.- Soy yo, la palmera.- ¿Es que las palmera hablan?- Pues sí, y que sepáis que todos los que vivimos en la selva, estamos enfadados con vosotros, porque nos habéis hecho mucho daño.
¿Cómo os hemos hecho daño? – pues tirando papeles, cortando las plantas….. Pero si prometéis no volver a hacerlo más, os dejaremos en paz. Los niños lo cumplieron, y las plantas los trataron muy vine. El día que se fueron, los despidieron y todo. No olvidarán nunca esa aventura. Y es que aunque a nosotros algunas cosas no nos hagan daño, a otros seres vivos si, y al final, a la larga nos hacen daño a nosotros.
